lunes, 18 de octubre de 2021

Industria biomédica en Perú.

 


La salud, lo más importante en la vida.

Indudablemente la salud es fundamental, lo dije hace años y un médico peruano en un simposio en Brasil, utilizo la cita, donde dije lo siguiente:
"Una persona sin salud no podría fácilmente estudiar y luego no podría trabajar, lo cual le convertiría en una persona no accesible a una pensión de jubilación"

En resumen, sin salud imposible realizarte en la vida.
Y es algo con lo que colisioné allá por el año 1972, tenía entonces 28 años y estaba a punto de terminar mis estudios de psicología, pero me ocurrió un "extraño accidente", esto ya sería motivo de otro escrito.

La vida me permitió luego de muchos esfuerzos estudiar algo y podría acceder a desempeñarme de alguna manera, mas felizmente antes, había trabajado algunos años y tenía derecho a tramitar una pensión y lo hice, eso me salvó de vivir en la miseria.

Lo cierto es que durante cincuenta años, he tenido a mi alcance decenas de medicamentos y ninguno ha sido satisfactorio, salvo alguna medicina natural.
Aunque la mejor medicina que tuve a mi favor, fue la alimentación que recibí durante mis primeros quince años de vida.

Lamentablemente, la atención sanitaria que todos recibimos y los fármacos que conocemos, lejos de darnos beneficios absolutos, lo único que logramos es enrumbar a la cronicidad, de males que con una adecuada medicina podríamos habernos curado, es decir sanar, lo que nos hizo trajinar en caminos de males crónicos, que de haber tenido diagnósticos certeros y medicina acertada, podríamos muchos, habernos liberado de males encadenantes.

Casi la mayor parte de consultas en las que uno es atendido, no se puede acceder a exámenes auxiliares exhaustivos, son casi siempre incompletos y con aparatología caduca, de tal manera que el especialista tendrá que recurrir a su experiencia limitada y ensayar alguna farmacoterapia, que si tenemos suerte, dará algún resultado que nos hará cantar victoria, más no por mucho tiempo, ya que el mal recidiva y se apodera nuevamente de nosotros.
Y así se intenta una segunda o tercera farmacoterapia, sin resultado triunfal, mientras tanto, ya la cronicidad se adueñó de nosotros.

Es así como sucedió con muchos pacientes a los cuales entrevisté.
Perú dispone de numerosas plantas, raíces, frutas y semillas, que son utilizadas como medicina natural por nuestros abuelos o curiosos, incluso por algunos médicos que practican medicina alternativa.
¿No es hora ya de incursionar en una industria biomédica, que respalde a profesionales en medicina alternativa y logremos tener mejores resultados?

¿Incluso no podríamos ya pensar en fabricar y exportar dichos medicamentos?
¿Necesitaremos autorización quizá de la OMS o de otro organismo?
Queda planteada la inquietud.
Jorge Paredes Romero
Periodista y Humanista peruano.
Comas, 17 de octubre del 2021.


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