No he dejado de luchar nunca.

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No se imaginan cuánto he sufrido a lo largo de mi vida aún hoy me  persiguen las desdichas.

Y la verdad es que ya me cansé.

Me refugié en la lucha por Justicia Social y más he ahondado en el dolor de ver que no hay solución. 

Mi niñez fue muy triste, crecí en medio de privaciones y el maltrato de quienes debían haberme protegido. 

Conocí a mis padres muy tarde, pero en algo recuperé el tiempo, con mi madre y mis hermanos, con quienes hice buenas migas, hasta hoy. 

Ya más adelante tuve que seguir mi vida solo por varios años y cuando creí que la vida me empezaba a sonreír, me equivoqué. 

Peor fue cuando hice frente al Sistema, a quien culpé de muchas de mis carencias y ese Sistema que en algún momento me golpeó con saña y alevosía, fue más cruel y me golpeaba cuántas veces tenía oportunidad, mi vida fue amenazada varias veces y de diversas maneras.

Las veces que confié en determinadas personas, éstas me traicionaron, hasta se apoderaron de mi economía más de una vez.

Fui muy confiado y pagué las consecuencias de ello, más de una vez fui traicionado y se apropiaron de artefactos, de dinero, de diseños, y eso me causó mucho dolor. 

Recuerdo cuando adolescente, confíe en alguien que finalmente se apropió de lo que ganamos juntos, eso me ha sucedido otras veces y ahora me he tornado muy desconfiado. 

Quizá me queda poco tiempo y la vida me sigue golpeando, a veces reniego que sea así, otras veces lo dejo a Dios, pero a veces como en un suspenso, me dejo llevar por lo que sucede y prefiero perdonar y perdonar. 

He cometido errores en la vida pero no maldades y menos adrede. Considero que hacer daño siendo perverso, es algo que no tendría perdón.  

Me llevo bien con los animalitos y no me gusta verlos sufrir.

Me conmueve ver el dolor ajeno, si puedo aliviarlo lo hago, pero me da mucha pena no poder hacer más, sabiendo que existe mucho sufrimiento en cada día, a cada instante.  

Me apenan las injusticias y he visto y he sufrido muchas, pero al no poder evitarlo me refugió en la pena y en la oración. No me queda otra opción... 

Lo que estoy viendo es que la injusticia prima, el abuso gana, la mentira es la que sobresale, gana el corrupto, el desatino, la calumnia. 

El desorden, la falta de respeto están a la orden del día.

Todo ello me entristece, no quiero seguir viviendo así, quisiera ya todo esto acabe, termine, culmine ya...

Es triste ver como el corrupto se ríe del pueblo, se rie de cómo ha conseguido burlar la ley, de como su palabra abre puertas y doblega voluntades; pero también entristece ver cómo ciertas personas pasaron toda su vida malversando, disponiendo de lo ajeno y esto se da aún dentro de familias, por ejemplo cuando una de las hermanas doblega a los otros y les va arrebatando lo suyo, lo que sus padres dejaron para todos sus hijos, pero uno o una de ellas empieza a base de engaños y mentiras, a quedarse como única propietaria; cómo engaña a su hermano y le arrebata la voluntad hasta para administrar su vida, para manejar su dinero y hasta consigue tomar decisiones por los demás y termina manejando la vida de ellos.

He visto casos 

¿Conocen Uds. alguno? ¡Triste, verdad? 

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