LA DEUDA EXTERNA.
Es una deuda que se viene arrastrando desde hace mucho tiempo, pero sería una "deuda inducida".
Y cuando digo esto me refiero a esas "extrañas iniciativas" de "ciertos ministros de economía" que recurren o prestan oídos a las ofertas de la "banca mundial" a seguir agigantando la "deuda externa" lo cual tiene una perversa intención, porque encadenarnos a esa deuda es "seguir frenando" nuestro desarrollo.
Lo he dicho numerosas veces: "No tenemos necesidad de prestarnos dinero", jamás lo hemos debido hacer, y es algo que debería ser ya finalizado y en una reunión de gabinete tomar la decisión definitiva de romper esa cadena.
Si nos prestarán atención a las recomendaciones que dimos desde hace años, si tuvieran un mínimo de voluntad política, "hace rato hemos debido sanear nuestra economía". ¿Cómo?
¡Ojalá nos hubieran leído!
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