Ovidio un célebre poeta romano fue exiliado por el poderoso emperador Augusto a la pequeña y bárbara ciudad de Tomis (la actual Constanza en Rumania), sin embargo 2000 años después fue desagraviado por la modernidad, pero el acto injusto fue cruel, ya que hasta hoy no se ha logrado esclarecer el motivo por el cual fue exiliado y allí murió Ovidio, en esa lejana ciudad.
Hoy existen muchas personas que son exiliados de su rincón en redes, en dónde exponen sus ideas y ¿solo por decir verdades, las cuales disgustan a los amos de este sistema de cosas? En las redes sociales debería existir la supuesta libertad de expresión y no deberian ser las personas coartadas, limitadas, restringidas, como si cometieran un delito, pero eso sucede, se nos priva de comunicarnos solo por decir verdades que molestan a los de Sistema, como debe haber molestado al emperador Augusto, al ver quizá revelados algunos secretos de la alcoba imperial, en los poemas de Ovidio.
Hemos visto en las redes, que hay personas que calumnian, otras que se expresan con lenguaje procaz, grosero y sin embargo ni siquiera se les llama la atención, pero a personas que escriben revelando verdades, sobre las injusticias que se cometen en diversos lugares, se les impide de inmediato seguir comentando, incluso se les impide comunicarse con sus amistades.
Y eso no es todo, hemos observado que el trabajo que realizan algunas buenas personas, es obstaculizado de manera muy disimulada, es decir el intervencionismo del Sistema a través de terceras personas es cruel y despiadado, de ese modo impiden que ciertos periodistas o escritores, se manifiesten y de ese modo protesten, por las injusticias que ocurren en sus países de origen.
Y es que ciertas redes sociales, serviles al Sistema, hacen labores subterráneas, para de ese modo ser útiles a sus amos, impidiendo que muchos ciudadanos con valores definidos, orienten a otros sobre sus derechos y poniendo en claro, cómo es que ciertos gobiernos cometen abusos y arbitrariedades, y cómo ciertos personajes con mucho poder y siendo corruptos, prosiguen con el saqueo de riquezas que pertenecen a pueblos que por siglos vienen siendo privados de vida digna y cómoda, mientras los delincuentes prosiguen con sus fechorías, se enriquecen indebidamente, mientras empobrecen a sus pueblos y nunca son castigados.
Y cuando algunos ciudadanos nobles y con principios, les ponen en claro sobre esos abusos y delitos en esas redes sociales, inmediatamente son bloqueados y silenciados, impidiendo denuncien y hagan conocer a los demás sobre ello. Si en verdad no son capaces de resistir un juicio crítico no deberían mentir, afirmando que vivimos en democracia, cuando por otro lado callan al pueblo, es a lo que se referia Ovidio hace dos mil años y decía que tal cosa vendría a ser una farsa.
¿Quizá tengamos que utilizar otros caminos para expresarnos y no seguir siendo sujetos a prohibiciones, lo cual no solo nos impide llegar a nuestros lectores, nos impide ser libres y ejercer esa libertad como periodistas o como simples ciudadanos, en el uso de esa libertad de expresar nuestras ideas y sentimientos?
Debería protegerse ésta noble actividad, que solo busca equilibrar en alguna manera, mediante estos comentarios, lo que otros con sus perversos actos, vienen haciendo daño por mucho tiempo a los ciudadanos desposeídos en las ciudades, sin tener quien les defienda y puedan ver desnudadas esas maldades y encontrar quizá algún consuelo, al ver que la impunidad no socapa ni disfraza los pecados de gente con poder y riquezas, que buscan más oro para sus bolsillos, a costa del sufrimiento de los pueblos.
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Jorge Paredes Romero
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