miércoles, 2 de febrero de 2022

Decepcionante conducta de un pueblo casi esclavizado.


Jorge Paredes Romero

Periodista y humanista peruano. 


Desde niño comprendí lo que sucedía en mi país, tenía entonces 8 años de edad, estudiaba en un colegio particular y estaba interno. Allí, todas las noches éramos conducidos a una sala de estudio y teníamos acceso a biblioteca, leíamos libros, diarios y revistas, de modo que la formación era muy estricta y apropiada. Estábamos allí un promedio de 2 horas, para después ir a los dormitorios, asearnos y luego a descansar.

Gracias a ello es que pude continuar con lo que ya había comenzado muy niño, desde los 5 años en que aprendí a leer y escribir, lo que más me apasionaba era leer y en la casa donde me crié tuve acceso a enciclopedias y diversas revistas, que mi tío Juan Najarro Rebollar traía a casa y compraban también para mi prima Lourdes, sería largo enumerarlas, pero por entonces llegaban libros y revistas en barcos al Puerto de Mollendo, en naves que recorrían los siete mares, así que ya se pueden imaginar cada día mi tío traía revistas de ciudades y puertos, de amigos que en esos barcos habían recorrido muchos países, y me esforzaba por traducir algunas frases y las imágenes me decían mucho, pero había gran cantidad de literatura en español. Más de una vez conversé con esas personas que venían a casa y recibí más de una lección de mística y valores.

Pude comparar la forma de vivir de aquellos países con lo que teníamos en Mollendo y la diferencia con Arequipa, como también con la de otras ciudades con las que la familia mantenía correspondencia y era muy fácil deducir a través de sus cartas y fotografías. Por entonces solo había radio y en casa teníamos uno muy bueno de onda corta y media, lo que nos permitía escuchar emisoras de todo el país y del mundo y me gustaba mucho estar allí moviendo el dial y sintonizando especialmente noticieros.

Entonces pude comprender que en Perú había una enorme diferencia con otros países y que estábamos en una situación muy desigual y solo nos dedicábamos a producir una serie de elementos que los países industrializados utilizaban como materia prima y eso era fácil deducir, por la carga que salía por el muelle, al cual también me gustaba acudir y me sentaba muy cerca a los donkes y observaba el movimiento de esas máquinas, pero los contenidos los había leído en las libretas que mi tío llevaba a casa, en donde en orden alfabético se podía leer lo que descargaban y también lo que embarcaban. Me refiero a lo que sucedía en los años 1950 hasta 1955, en que culminé la primaria en el Centro Escolar Nº 961 con don Manuel Guzmán y Napoleón Bernedo.

Años más tarde, cuando ya cursaba la secundaria, ya teníamos acceso a diarios y revistas nacionales, que nos informaban lo que sucedía en todo el país y también los noticieros radiales eran más numerosos, incluso el local con Radio Mollendo, en el cual alguna vez participé. El año 1963 empecé a trabajar en una agencia de aduana y allí pude apreciar con más claridad el movimiento portuario y tenía además información de aduana, ya que continuamente iba con documentos o a recogerlos y allí entablaba conversación con amigos que me daban información, que iba recopilando en mi memoria hasta hoy.

Solo pondré un ejemplo, me di cuenta que Perú importaba planchas de zinc con las que hacían las latas de leche evaporada, siendo Perú productor de zinc, tenía que importar después láminas de ese metal, que en concentrados se llevaban del país baratísimo y también pude ver las exportaciones de fardos de lana de diversos auquénidos y otras fibras, del mismo modo tomé nota de las importaciones de subproductos que llegaban todavía a Mollendo, donde seguían descargando la mercadería que traían de los barcos en lanchones y mediante una grúa eran colocados en las plataformas férreas, que eran movilizadas por potentes locomotoras por todo el sur peruano.

Esto se ha reiterado durante todos estos años, hasta hoy Perú sigue exportando su producción, como insumos primarios para la industria extranjera e importamos los subproductos que estos países industrializados se fabrican con nuestros insumos y en este intercambio comercial Perú recibía muy poco, en comparación a lo que tenía que pagar por traer de afuera una serie de aparatos, ropas, máquinas, herramientas, etc. Perú, con el alto costo en vidas, liberando de impuestos, permite extraer una serie de minerales que salían y salen en forma de concentrados y nosotros comprábamos una serie de artefactos electrodomésticos, donde se utiliza cobre, hierro, aluminio, etc., de los concentrados que salían de Perú.

Pero lo más triste es que en esos concentrados también se llevan una serie de minerales valiosos y otros estratégicos a precio de montón, mientras Perú languidecía por no tener oro y plata en bóvedas del BCR, lo cual nos permitiría tener mejores presupuestos y disponer de banca de fomento para respaldar a nuestros productores y estos podrían comprar plantas agroindustriales, marindustriales, etc., que permitirían dar valor agregado a nuestros productos y no tendrían estos que salir del país mediante los engañosos TLC a precios bajísimos, siendo lo peor que de esa manera nuestro desarrollo era y sigue siendo frenado intencionalmente y nadie levantaba la voz, todos callados, aparentemente felices.

Pero así como me di cuenta de la balanza comercial tan desigual, también aprecié el poder adquisitivo de los salarios de aquí y los del extranjero, la diferencia del ingreso per cápita y los adelantos que tenían aquellos y nosotros seguíamos con artefactos artesanalmente construidos. Nuestros técnicos se valían de su ingenio y creatividad para lograr uno que otro interesante aparato que deslumbraba a muchos. Años más adelante pude crear una serie de artefactos para confort de la personas con discapacidad, pedí por televisión al entonces presidente Fujimori, me entrevistó en casa la Srta. Mávila Huertas y en el canal estaban Sol Carreño y Federico Salazar, pedí ayuda para desarrollar esto mediante una empresa de propiedad social y entregarlo al estado, pero nunca recibí respuesta.

Bueno, retornemos a mi adolescencia, conforme crecía pude ver los abusos de una clase pudiente y los sufrimientos de madres que tenían que ingeniarse para tener algún dinero extra, ya que lo que traía el padre era muy poco, no alcanzaba para los gastos cotidianos. Nosotros en casa disponíamos de ciertas comodidades que comparado a otros hogares era muy notorio y eso me causaba mucho sufrimiento, entonces hice una promesa, tenía entonces 16 años y me propuse luchar contra las injusticias y eso hago hasta el día de hoy. Por entonces fundé un semanario, "La razón", pero no sobrevivió mas allá del tercer número, por la falta de apoyo y ya me dedicaba a escribir algunos párrafos que se publicaban en el periódico escolar o en mi cuaderno de composiciones, justamente por ello, mi maestro me impulsó a crear aquel semanario, estaba en 4to de secundaria en el colegio nacional Deán Valdivia de Mollendo y el primer número salió en el mimeógrafo de dicho Maestro.


También me agradaba componer canciones que con el tiempo olvidé por entonces tocaba piano desde los 6 años y me gustaba jugar con la música, aun hoy lo hago a los 78 años de edad. Más adelante aprendí a tocar guitarra y otros instrumentos, ello me permitió seguir componiendo y ya con la aparición de la computadora me fue fácil aprender y la facilidad por la mecanografía ya conocida me permitía escribir en red.

Desde el 2002 empecé a acumular decenas, luego cientos de artículos en Internet y más adelante ingrese a Facebook, pero hoy comprendo que fue una pérdida de tiempo, ya que pensé podría allí contactar con otras personas que tendrían los mismos sentimientos e inquietudes, pero no lo conseguí. Mi Facebook dice que tengo más de 5,000 contactos, sin embargo apenas unos cuantos alternaban algún diálogo pero sin mayor trascendencia, nada que fructificara en un movimiento o una asociación, que impulse a muchos otros a sumarse y conseguir un cambio en el país. 


He publicado ensayos para una reforma educativa, otra para reforma carcelaria, una recopilación de ideas para desarrollar el país, pero casi nadie le presta atención, salvo una que otra persona pero sin mayor trascendencia, pareciera que ese trabajo es invisible.

Lo que más me duele es que millones viven en Perú en una situación casi esclavista, recibiendo mendrugos en sanidad, educación, trabajos muy simples con bajos salarios, mientras por otro lado pagamos impuestos de muchas maneras, incluso obligados por leyes que ni comprendemos y que son incluidos en los recibos de luz, agua y otros servicios que son cobrados por los municipios o a través de otras compras en mercados y tiendas comerciales.

Los medios de comunicación están al servicio de la oligarquía, de modo que solo se accede a circo y tontos programas de contenidos mediocre y sin proyección. La salud es atendida de manera paliativa, calmando síntomas pero nada de curativa, el trabajo escasea y los salarios y pensiones son de hambre. La seguridad ciudadana no existe, menos la seguridad previsional, peor aun con la aparición de las AFP desde 1993 durante el gobierno fujimorista y la gente muy bien gracias. 



Perú está terriblemente contaminado por la cantidad de empresas mineras, que han venido a extraer minerales de manera irresponsable y perversa, regando contaminación y basura química en todo el territorio nacional, de tal modo que al análisis de sangre de pobladores han encontrado más de una decena de metales pesados en altos porcentajes, los cuales han sido catalogados como venenos, que actuaran a largo plazo, conduciendo a las personas al cáncer, males renales, respiratorios, digestivos, etc. es decir nos están asesinando.

Somos herederos de la única cultura que floreció en el hemisferio sur, la única, pero interrumpieron violentamente nuestro proceso socio histórico, asesinando y saqueando y es lo que siguen haciendo sin interrupción hasta el día de hoy, desde el primer minero asesino y ladrón de 1532. 



Todo esto lo veo también en Facebook que reclaman de aquí y de allá, pero la gente apenas comenta o coloca un like y es todo, no hay compromiso, no hay intención de agruparse y reaccionar, no hay líderes que digan estar listos a abanderar movimientos de protesta, de acción, de intervención, solo likes y compartir la nota y ahí queda, todos siguen con sus chismes, el morbo y las groserías, no pasa de denuncias de esto o aquello y punto

Me ha decepcionado profundamente la abulia y desinterés de la población peruana, que reitero vive casi esclavizada y parece muy feliz, de manera que llegué hasta aquí, ahora me dedicaré a otros menesteres, me apena haber perdido mi tiempo, pensando que quizá tendría compañía y podría lograr que la gente reaccionara y despertara, lo único que hice fue regar información y explicar uno que otro tema, sobre la forma como nos estaban saqueando y esquilmando, de cómo nos engañan y atrapan nuestros votos, pero veo que todos están tan felices, así que los dejo disfrutando esa felicidad, la decepción es muy grande, no quisiera caer en una depresión que me haría mucho daño y aun me debo a mi familia.

Espero alguna vez puedan despertar de ese largo sueño y dejen de llorar a solas y empiecen a reunirse para crecer, aprender a defenderse y proyectarse en una lucha para rescatar la dignidad y la libertad, sobre todo para disfrutar de las riquezas que aun tenemos y que año tras año son saqueadas, entre bailecitos y carcajadas, de malandrines que se han prestado para ser intermediarios, terminando solo como unos delincuentes que se disfrazaron de políticos y engañan a millones de peruanos que estarían dispuestos a dar su vida por esas personas que ni sangre peruana tienen.

Jorge Paredes Romero
Periodista y Humanista peruano. 

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blog.peruesmas.com 

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