Sin embargo alguien me habló de las redes sociales y pues me inscribí en ello.
Al hacerlo casi dejé de lado mis páginas y todo lo que antes escribía, lo hacía ahora en estas redes.
Pero empezaron los problemas que ya todos conocen y me refiero a las restricciones, peor aún a los intentos de estafas y cosas parecidas.
Lo más desagradable es que los dueños de estas redes de pronto nos anuncian bloqueos, restricciones, etc., por haber publicado algo que según ellos es incorrecto.
Sucede que hay casos inexplicables, que hay publicaciones que los dueños de esa red afirman hicimos nosotros y la verdad es que nunca lo hicimos, ni lo haríamos y nuestros lectores lo saben.
Tal parece que alguien logró publicar algún aviso o post reñido con la moral y nosotros pagamos las consecuencias.
O podría ser que sencillamente alguien jaqueó nuestra cuenta y logró publicar algo indebido.
Hoy me di cuenta de algo, alguien pidió nuestra amistad, revisé su muro y vi esos avisos, ¡No la acepté!
O probablemente debido a que no somos del agrado de los dueños de aquel sitio, pues argumentan algo que no hicimos y nos restringen por días, semanas o más.
Por ejemplo este caso, me restringen en marzo 2022 por algo que según ellos sucedió en julio y septiembre del 2021. ¿Se imaginan?
Y quienes me conocen y leen saben que jamás haría una cosa así, ya que me dedico a temas espirituales y sociales y jamás publiqué o publicaría temas reñidos con la moral.
Así que dentro de unos días me retiraré definitivamente de las redes sociales ya que no voy a seguir siendo víctima de estos abusos e injusticias.
Además, mejor alejarme de estos sitios donde más de una vez han intentado estafarme con diversos cuentos.
Preferible abrir un chat grupal a tu nombre, hay en red, dónde conversar con amistades. Eso haré...
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