Habría que botar a los políticos, no votar por ellos.
Ante la realidad en la que estamos, frente a las próximas elecciones del 2022 surge la pregunta: ¿Son realmente necesarios estos señores políticos? ¿Están en verdad sirviendo al país? ¿No sería mejor buscar administradores y gerentes, para que se encarguen de administrar los dineros del fisco?
Un país debe verse como una enorme empresa, en la cual tenemos una serie de recursos como en un gran almacén, puertos, fábricas, y tierras que necesitan administrarse, de tal manera que rinda utilidades, que cubra todas las necesidades de la población en cuanto a salud, educación y previsión social, etc.
Lo que ha venido sucediendo es que amparados en una democracia imperfecta se han venido realizando procesos eleccionarios, eligiendo a personas que supuestamente representaban a las masas, y estos elegidos han venido ocupando diversos cargos como alcaldes, presidentes regionales, regidores, consejeros, quienes deberían ver las necesidades de sus localidades y deberían utilizar los recursos fiscales, para construir carreteras, puentes, plantas generadoras de energía, etc.
Pero durante siglos, ésta democracia se habría corrompido, los políticos la habrían prostituido, la utilizarían para refugiarse en los diversos cargos existentes, para desde allí comportarse de manera delincuencial, robarían dinero utilizando varias modalidades, entregarían obras a terceras personas a cambio de comisiones ilegales, falsearian facturas de compras, habrían sobrevaluado las adquisiciones, duplicarían los costos de las obras, fabricarían planillas de personal inexistente, es decir vivirían hurtando de un mil maneras dineros fiscales, aparte de ganar ellos mismos sueldos muy por encima de lo que gana cualquier profesional de la empresa privada.
¿Qué hacemos cuando compramos algo y no lo recibimos a pesar de haberlo pagado? Esto es lo que ha ocurrido con la democracia. Alrededor del mundo está creciendo la conciencia popular, de que la democracia ha sido vendida pero no nos ha sido entregada. Todo el tiempo hemos pensado que era algo que estaba desarrollándose, que la democracia crecía y se afianzaba en nuestra sociedad, sin embargo, nada está más lejos de la verdad. La democracia no se está desarrollando, en ningún lugar, en ningún país. No ha sido entregada. En todos los países “democráticos” se cometerían arbitrariedades, abusos, existen disconformidades y habrían enormes injusticias.
¿Por qué decimos democracia no entregada, democracia prostituida? ¿Qué es la democracia? Formalmente, es una forma de organización del Estado, en la cual las decisiones colectivas son adoptadas por el pueblo, mediante mecanismos de participación directa o indirecta que confieren legitimidad a sus representantes. ¿Es eso lo que tenemos? ¿Existe en algún lugar del mundo? No. ¿Por qué no? Por qué la democracia no habría sido entregada Nos la han vendido pero no nos la han entregado
Las decisiones colectivas se convierten en las decisiones de la mayoría, una mayoría que no necesariamente está completamente informada. Se legitiman gobernantes que una vez en el poder cumplen una muy mínima parte de las promesas de campaña. Con los mecanismos de participación, damos legitimidad a representantes que nos han sido propuestos, de forma tal que elegimos siempre a quienes no entregan nuestras demandas. Es decir, es como cuando un niño te pide un dulce y le dices puedes elegir entre estas dos opciones: una zanahoria y una calabaza. ¿Qué eliges?
La democracia, prostituida por los políticos, ya no serviría a los intereses ciudadanos, sirve quizá a los intereses de ellos, de los empresarios, de las transnacionales, fabricarían leyes que les favorezcan, con privilegios fraudulentos pero legalizados. Por ejemplo la ley 27623, para muestra un botón, pero habrían más...
Seguir reivindicando la "democracia" cada vez tiene menos sentido, porque los políticos habrían aprendido a manipularla y prostituirla. Los políticos la habrían prostituido y desarticulado, manteniendo su nombre, pero transformada en una vulgar y sucia dictadura de partidos políticos, sin controles ni frenos. Es decir la democracia, prostituida por los políticos, ya no serviría a los intereses ciudadanos.
La democracia es hoy el sistema que utilizarían la mayoría de los políticos para gobernar sin trabas, para delinquir con impunidad, disfrutar de privilegios que no merecen y así mantenerse en el poder reeligiéndose una vez tras otra. Los ciudadanos debemos exigir una reforma profunda del sistema, que le devuelva las garantías y controles perdidos o, si los partidos se niegan a soltar su presa, entonces renunciar a éste sistema, para sustituirlo por una "meritocracia ética", que garantice que los mejores y los más decentes sustituyan a los golfos y corruptos en el poder.
Los mejores mandaron en el mundo durante milenios. Los reyes antiguos y los emperadores eran los más fuertes y lúcidos, que se imponían a los demás aspirantes al poder, por su superioridad y mayor grandeza. Cuando dejaban el trono a sus hijos, si estos eran débiles e ineptos, eran derrocados. Durante muchos milenios, el mundo funcionó así, con reglas más o menos estables, que garantizaban una meritocracia imperfecta, hasta que los mediocres descubrieron que, unidos y encuadrados en partidos políticos, podían imponerse a los mejores. Entonces se adueñaron de la democracia y convirtieron el sistema en una vulgar dictadura de partidos y de políticos mediocres y muchas veces corruptos y canallas. Esto es la democracia prostituida.
En las condiciones actuales, la democracia como está concebida, no serviría a los intereses del pueblo, ni reuniría las mínimas condiciones de dignidad y decencia. Debería ser sustituida de inmediato por otra democracia más severa y férrea, que garantice la participación del ciudadano, el respeto a la voluntad popular, el imperio de la ley y de la ética y los viejos límites y controles al poder. Si no es posible, habría que repudiar este sistema, viciado y saqueado por los partidos políticos, para sustituirlo por una meritocracia ética, en donde quede garantizado que los que dirijan la nave sean los mejores y sobre todo los más decentes, no como ocurre ahora, donde los partidos políticos amparan y elevan a los peores hasta el poder, convirtiendo a los pueblos y naciones en víctimas y a los dirigentes en verdugos de sus pueblos y, a veces, también en saqueadores impunes. La democracia ha muerto, viva la meritocracia ética, un sistema con filtros y exigencias que impediría que los chorizos, rufianes y mentirosos se encaramen al poder.
Ahora, frente al análisis de todo cuanto vemos en la noticia, que no es sino la punta del iceberg, porque si tuviéramos conocimiento de todo terminaríamos asqueados, porque la verdad, la que no llega al conocimiento público, es terrible. Como periodistas, tenemos información que es en verdad asquerosa, que todo cuanto sucedería en la administración pública, en los ministerios, las alcaldías y presidencias regionales, lo poco que conocemos del congreso y del poder judicial ya es vomitivo, las ocupaciones de los supuestos asesores, las estrategias que utilizan los secretarios de juzgados, para agenciarse dinero de los litigantes, con el cuento de agilizar el proceso o conseguir una sentencia favorable, sabemos de sucesos degradantes alrededor de gobernantes, de ministros y funcionarios de diversos estamentos del estado.
Propongo que no debemos votar por los políticos, a los políticos deberíamos botarlos, es solo cuestión de utilizar bien la letra v o la b que antes llamábamos labial, u otros decían la v de vaca o la b de burro, lo cierto es que el estado estaría malgastando dineros fiscales, para que el pueblo de donde emana el poder, cada cierto tiempo estaría eligiendo ladrones disfrazados de políticos, en vez de elegir auténticos representantes y gobernantes. ¿Acaso no estamos viendo claramente en los diversas denuncias realizadas, que éstos señores habrían estado cometiendo crímenes, contratando sicarios o corrompiendo a otros funcionarios, es decir asociándose para delinquir? entonces, ¿de qué democracia estamos hablando, de qué representantes del pueblo, cuando no serían más que vulgares delincuentes, a los cuales debería encerrarse de por vida en una cárcel?, ya que para beneficio de ellos no existe aquí la pena de muerte, que si es una realidad en algunos países orientales.
¿Y quiénes son estos individuos que acceden a los cargos de alcaldes, congresistas o presidentes regionales? Son personas oportunistas, muchas de ellos no han terminado ni sus estudios secundarios, otros no han culminado su carrera universitaria o han demorado 23 años en culminarla, ¡increíble verdad? pero hay otros peor, que han falsificado documentos, certificados y títulos, o los han comprado en Azángaro, o los han tramitado ante autoridades universitarias corruptas, es decir estaríamos ante estafadores, falsificadores de documentos y ¿Cómo confiarles un cargo de gobierno a estos malandrines? Pregunto: ¿Cómo han estado estos individuos desempeñándose en cargos de alta importancia, representándonos, de tal forma que indicaría que la mayoría de los peruanos estaríamos representados o gobernados por este tipo de individuos, delincuentes?
Lo que debería hacerse es formar un Colegiado representativo de todas las profesiones colegiadas en Perú, de tal forma que éste colegiado sea conformado por peruanos excelentes, a toda prueba, que en verdad sean la imagen de peruanos probos, honestos y lumbreras y no personas que habrían accedido a esos cargos, amparados en recursos fraudulentos o impropios. Éste colegiado sería el encargado de seleccionar vía concurso, a profesionales con hojas de vida intachables, para que se hagan cargo de la administración del estado y no seguir colocando a facinerosos, que se harían elegir escudados en partidos igualmente apolillados y de trayectoria no clara, que surgieron de la oscuridad de la historia, para considerarse la flor y nata de la política representativa del país?
Éstos profesionales, que bajo concurso resultasen elegidos como administradores, serían los que se desempeñasen como Alcaldes distritales, provinciales, Presidentes regionales, del mismo modo como Regidores y Consejeros y no seguir con estos procesos eleccionarios que ya nos han dado tantas decepciones, ya ni la misma democracia resulta de garantía, porque la tal democracia, que reitero habría sido prostituida, no es garantía de que nos estén entregando como resultados de elecciones, a personas que en verdad representen a las masas, son solo personas que han invertido grandes cantidades de dinero en publicidad, una más espectacular que la otra, de tal modo que sería el dinero, el que al fin y al cabo, representa el motor del triunfo electoral y no la imagen, el brillo profesional, la honestidad del personajes, solo sería fruto del marketing y la demagogia.
¿Qué otra bobada podríamos esperar de un ministro que argumenta que en siete años más seremos miembros del club de los países ricos? Por favor, ésta persona estaría demostrando un pésimo manejo de la economía y su dinámica, ¿cómo un país va a lograr en siete años, lo que otros demoraron siglos en conseguirlo? ¿Cómo podríamos lograr ser miembros del Club de los países ricos, sin haber dado los pasos desarrollistas, que corresponden al ascenso a tal categoría? Aunque quizá si podríamos decirlo a viva voz, que no necesitamos de ése proceso para ser un país rico, porque somos un país rico, mas no pertenecemos a ese club, esa es otra cosa.
¿A quiénes se reconoce como miembros de los países ricos?
Conocido como «club de los países ricos», la OCDE agrupa a países que proporcionaban al mundo el 70 % del mercado mundial y representaban el 80 % del PNB mundial.
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) es una organización de cooperación internacional, compuesta por 34 estados, cuyo objetivo es coordinar sus políticas económicas y sociales. Fue fundada en 1960 y su sede central se encuentra en el Château de la Muette, en París (Francia). Los idiomas oficiales de la organización son el francés y el inglés. Se considera que la OCDE agrupa a los países más avanzados y desarrollados del planeta, siendo apodada como club de los países ricos. ¿Que en siete años perteneceríamos a éste Club?
Tal vez si seamos los miembros permanentes del Club de los países empobrecidos, porque pobres no somos, países saqueados si, allí si le concedería razón a éste ministro, o tal vez demos un salto misterioso, como algunos, que sin haber terminado la secundaria resultan siendo magister o doctores en tal o cual profesión, hasta rectores universitarios, misterios solo posibles en la política peruana. Somos uno de los países empobrecidos y saqueados, por políticos de poca monta, por hampones, ladrones y delincuentes disfrazados de políticos, que a lo único que se dedicarían una vez elegidos, sería a robar…
Para tener una idea de los siete países que lideran este Club de los países ricos veamos:
1. Suecia: solo el 2% de la población asegura carecer de acceso a espacios verdes y el 97% de los suecos están satisfechos con la calidad de su agua. Es por eso que ha obtenido una puntuación 10 de 10.
2. Reino Unido: Al igual que los suecos, el 97% se encuentra satisfecho con el agua potable,
3. Islandia: Al igual que los anteriores el 97% de los islandeses cree que el agua que consumen es de calidad.
4. Alemania: El 4% de la población dice no estar satisfecha con el agua potable,
5. Noruega: Un 95% está conforme con la calidad del agua potable y el 2% señala que no tiene espacios verdes a su alcance. Su puntuación es de 9,2 de 10.
6. Finlandia: Menos del 1% de sus ciudadanos sostiene no disponer de espacios verdes cercanos y el 6% no se encuentra a gusto con su calidad del agua.
7. Luxemburgo: el 11% de sus ciudadanos siente que adolece de espacios verdes cercanos y el 8% no está satisfecho con la calidad del agua
Los últimos lugares los obtienen España en el lugar 28, Corea 29, Polonia 30, México 31, Federación Rusa 32, Israel 33, Grecia 34, Turquía 35 y Chile 36.
Jorge Paredes Romero.
Periodista peruano.
Registro FPP 7703
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