Seamos gratos y no abulicos (indiferentes, apáticos).
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Estimados amigos: He comprobado una vez más una serie de cosas:
PRIMERO.- Que existe una enorme desinformación en la población y más están ocupados y dedicados a la diversión en todo sentido, se quejan, reclaman por desarrollo y bienestar pero nada hacen para conseguirla, como que se han acostumbrado a que les pongan en bandeja todo, hasta el puesto de trabajo, pocos son los que se esfuerzan por conseguirlo.
SEGUNDO.- Frente a una serie de problemas, sobre todo los que conciernen al acceso a la salud, y la educación, desconocen sus derechos, y si bien es cierto sufren las consecuencias de las deficiencias, la población desconoce cuáles son sus reales derechos y desconocen lo que en realidad debe existir en cada ciudad, por más que sea un pequeño poblado, el estado está en la obligación de proporcionar lo mínimo en ese lugar.
TERCERO.- Ahora mismo en muchas ciudades y zonas rurales, muchas empresas mineras buscan entronizarse y los pobladores se han dividido en dos grupos, los llamados pro y los anti, cuando en realidad deberían tomar conciencia que la minería es totalmente adversa a lo que signifique desarrollo, porque bajo todo punto de vista agrede al medio ambiente, a la población, al agro, el clima, inclusive a la proyección a futuro, sobre todo considerando la forma irresponsable como la minería interviene en la zona de explotación y la reducción de costos a la que aspira como negociantes.
De modo que poco o nada le importa el bienestar de la población, ni lo que suceda luego que el mineral se agote, ellos se irán y dejarán a la población, cargada de problemas y con el agro destruido o totalmente debilitado, la salud de muchos quebrantada y con restos en el ambiente que harán muy difícil subsistir allí.
CUARTO.- La ciudadanía lejos de escuchar, aprender y valorizar, la preocupación de muchos profesionales, que buscamos la forma no solo de llegar a ellos, sino de informarles de buena fe, ya que nosotros no buscamos posicionarnos ni económica ni políticamente, en el momento en que se viabilice y/o se dé la licencia, sino solamente buscamos el bien de nuestro país, ya que en esto muchas veces invertimos tiempo, dinero y mucha voluntad, ¿para que un sector de la población desinformada insulte, ofenda y desconozca la buena fe que tenemos?
Entonces preferimos, como es ahora mi caso y algunos amigos, hacernos a un lado, porque sentimos claramente la ingratitud y la forma tan poco educada como responden a nuestros comentarios.
QUINTO.- He conversado con algunos de estos amigos y hemos decidido retirarnos de esta actividad y dedicarnos a lo nuestro, a la familia, algún negocio o simplemente a las amistades, en un círculo cerrado o a descansar.
Hago una invocación para los ciudadanos, que aun tendrán la posibilidad de tener profesionales en línea a su servicio, a cambio de nada, sean agradecidos, gratos, educados y sepan valorar lo que ellos dan, a veces sacrificando tiempo y descanso, pero lo hacen con mucho cariño, no los pierdan, porque gracias a ellos Perú podrá sentirse defendido.
Y es que los estamentos que deben hacerlo, lamentablemente lo han abandonado y es más, lo habrían traicionado, usufructuando las dádivas y coimas de los malos inversionistas, los buenos, siempre serán bienvenidos pero hay que saber diferenciarlos.
Jorge Paredes Romero
Humanista peruano.
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