En nuestra experiencia periodística y como defensor en casos de injusticias he podido darme cuenta que la mayor cantidad de casos se habrían generado, como consecuencia del trabajo irresponsable de funcionarios, sean de instituciones del estado, paraestatales y/o privadas.
Sucede que muchas veces estos servidores actúan de manera atolondrada o de forma tan poco seria, que en el momento que están atendiendo a un ciudadano en el trámite, reclamando un derecho que por justicia les corresponde, sin embargo la forma como son atendidos les impide acceder a ello.
Y es que estos empleados y/o funcionarios o desconocen o simplemente actúan irresponsablemente y deniegan al peticionario el acceso a dicho derecho, el mismo que habría sido previamente estudiado, sin embargo éste es denegado, muchas veces de manera muy enérgica.
En otros casos, el funcionario interpretaría el dispositivo legal de manera equivocada y deniega la petición.
También se darían casos en los que se haría mal uso a determinado software y ello ocasionaría que lo que se busca, compara o colige no coincide con lo solicitado y simplemente se deniega.
O que al aplicar la información de una ley o la ejecución de un software sea insuficiente y simplemente se acepta lo que diga la fría máquina, sin darse cuenta que tras ello podría darse una injusticia, lo cual ocasionaría un daño, es decir una víctima.
La responsabilidad entre otras cosas es respetar los derechos de los demás, es ser cuidadoso al tomar decisiones o al realizar algo, es cumplir con eficiencia la tarea que uno desempeña, etc. y a ello nos referimos en estos casos.
A lo largo de muchos años he visto a personas privadas de sus derechos por culpa de estos funcionarios irresponsables que actuaron sin ser adecuadamente supervisados y en quienes habría también responsabilidad.
Y es que muchos "supervisores" pasan por alto el hacer un buen trabajo, cuando dicen de manera tan fría: "Estará bien pues tú trabajo" y simplemente lo firman. ¡Gran error!
El ser responsables es algo que se aprende desde el hogar, luego se perfecciona en la escuela y se aplica en la vida diaria, en el trabajo, en el matrimonio, etc.
El ciudadano irresponsable es aquel que actúa de manera desobligada, es quien desatiende sus obligaciones y deberes, es quien no respeta los derechos de los demás, victimizando a la sociedad creando situaciones de sufrimiento y mucho dolor.
Es tarea muy noble enseñar a nuestros niños a ser responsables, desde enseñarles a afrontar situaciones como asumir tareas sencillas en el hogar, como ayudar en los quehaceres, en cuidar a una mascota, deshechar la basura en el camión recolector, llenar el tanque de agua.
Hay tareas que son bien sencillas pero que sirven para educar en responsabilidad, por ejemplo si al utilizar el azucarero ésta se acaba, volver a llenarlo, regar las macetas con agua, cambiar el agua de las mascotas, cumplir las tareas escolares, arreglar nuestra alcoba, poner la ropa sucia en su lugar, ayudar a mamá con la bolsa del mercado, etc.
Conforme se va creciendo éstas responsabilidades van cambiando y siendo mayores, de ese modo los niños van creciendo con esa cualidad y más tarde serán jóvenes y adultos responsables.
También deben aprender a afrontar las consecuencias de sus actos, ello es también ser responsables.
La responsabilidad se ejerce no solo al cumplir un trabajo sino también un deber, por ejemplo debemos ejercer un voto responsable, es decir emitir un voto electoral por personas idóneas, honestas, que sabemos serán nobles representantes de nuestra localidad o de nuestra nación.
En el caso que nos referimos en un inicio era en ejercer justicia o conceder un derecho económico, acceso a un bien, etc. Hay casos de personas que se habrían privado de recibir beneficios solo por el pésimo trabajo de un funcionario irresponsable, que no fue cuidadoso al interpretar una ley o no utilizó de manera adecuada un software y logra resultados que llevarán a decisiones equivocadas.
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